Por Hernán Alejandro Olano García
El Caso Tacna-Arica , tiene que ver con el incumplimiento del Tratado de Ancón del 20 de octubre de 1883, (inicialmente Tratado de Paz y Amistad entre las repúblicas de Chile y del Perú), por medio del cual se llegó a establecer, como consecuencia de la denominada Guerra del Pacífico, mientras Lima estaba ocupada por el ejército chileno, que esas dos ciudades estarían bajo posesión chilena hasta 1893 mientras se definía mediante un plebiscito si querían continuar bajo esa soberanía o la del Perú.
Como curiosidad, las palabras "expirado el plazo" referentes a los diez años para el plebiscito, fueron traducidas "after the expiration" en vez de "at the expiration of o "having expired this time limit" Es decir, el árbitro consideró que el plebiscito era válido en cualquier tiempo y no en el que señaló taxativamente el documento normativo de la paz entre Chile y el Perú en 1883. Aquel país obtuvo así una enorme victoria, aunque se alegase la impracticabilidad del plebiscito.
La situación de indefinición del control de las dos ciudades se prolongó hasta 1929, cuando fue suscrito el tratado de Lima y se acordó que Tacna sería del Perú y Arica, de Chile, lo cual ocurre hasta hoy. Previamente, en 1922, el presidente de los Estados Unidos había tenido que intervenir, suscribiendo un laudo arbitral el 20 de julio de 1922, en el cual, conforme al Tratado de Ancón, se decidieron las condiciones plebiscitarias, así como el pago de una indemnización de diez millones, bien en moneda de plata chilena, bien en soles de plata peruanos, para la nación que resultase vencida en la contienda electoral, a título de indemnización. Esa intervención fue bautizada como "Una revancha con sangre ajena".
La opinión de Colombia acerca de este tema tiene que ver con el conflicto que a comienzos del siglo XX se había dado con la separación de Panamá, pues con ocasión de estos hechos, las relaciones entre Colombia y Estados Unidos se suspendieron hasta 1921 cuando el Senado de esa nación adoptó el Tratado Urrutia Olano-Thompson, firmado en 1914 y se pagaron a Colombia los 25 millones de dólares por los perjuicios económicos sufridos con la separación de Panamá, y, en especial, por la pérdida de sus intereses en la Nueva Compañía del Canal y en el ferrocarril transístmico.
Aristóteles dijo que el Estado ideal era aquél cuyo territorio íntegro podía ser mirado desde una colina. Por esa razón, la ingobernabilidad de regiones apartadas cobra tarde o temprano sus consecuencias
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