Pluma & Papel
Por Hernán Acero Suárez
En diciembre de 1977 se lanza una película que cambia la forma de ver el cine y de escuchar la música. Esa música, que de un momento a otro, rescata a varios artistas clandestinos que ya venían haciendo lo suyo para que la gente bailara en las ‘disco’. Esta producción cinematográfica llega para salvar a la industria norteamericana de la música.

Memphis, Tennessee, 16 de agosto de 1977, muere el Rey y se debe buscar un producto que lo reemplace de inmediato. Las ganancias de la industria discográfica no deben verse afectadas, si bien, se podrá echar mano a las re-ediciones de las grabaciones de Presley, se debe encontrar simultáneamente una fórmula que aglutine masas. No hay tiempo que perder.
El producto está listo. Se re-encauchan un par de temas de un grupo que hasta ese momento se reconoce como una formación de armonía, especializado en cantar melodías que mezclaban el folk y el pop con voces dulces. Se encuentra un actor que cuenta con un carisma excepcional para el baile, aunque estudiado y ensayado, un buen baile, al fin y al cabo.
Las luces se apagan en la sala y se proyecta en la pantalla grande ‘Fiebre del Sábado por la Noche’ que hace estallar el corazón de los melómanos y de los desprevenidos asistentes. El boom no se hace esperar. Ya se ha lanzado la carnada y el público ha mordido.
Todo cambia con la banda sonora de esta película. El álbum impulsa el éxito de la película y la película catapulta el éxito del álbum. ‘Fiebre de sábado por la noche’ sigue los pasos de un par de zapatos que a medida que caminan por algún anden de la ciudad de New York, van encendiendo las ganas de bailar. Con un caminado cadencioso, Tony Manero (John Travolta) avanza hacia un baile desenfrenado que enloquece.

Tony se mueve emulando un baile imaginado que va siguiendo a las notas de una música que él solo escucha en su cabeza, Tony siempre se mueve, dibujando con su cuerpo esa música imaginada.
Y a partir de ahí, todo el estallido de sonido de una música que nos hizo ir a la pista para bailar y bailar y bailar. Aunque antes del estreno de la película, ya veníamos escuchando temas con el sonido ‘disco’ que hasta ese momento estaba en el subsuelo, no fue sino cuando sonó Stayin’ Alive, que mostró su momento de plena gloria.
KC and the Sunshine Band, Tavares, The Trammp y otros, salen a la luz. Con la película se fabricó una estrella y se dio inicio a un fenómeno global que inundo las fiestas de escolares adolescentes. Llegábamos a ellas con los acetatos bajo el brazo para ponerlos a girar en los tornamesas de las radiolas, subirle el volumen y bailar hasta el cansancio. Días felices.
Bee Gees salta a la fama con algo más rítmico y así amplían su público entre quienes ya le conocíamos con sus canciones como Melody Fair, In the Morning o la bellísima, While I Play.
La música disco estaba relegada y solo era apreciada por la comunidad afro norteamericana y gay. Pero esta música era un subgénero del rock y por eso se hizo más contagiosa. Si antes bailábamos en las fiestas a Sweet o en el Camino del tabaco a Eric Burdon, incluso a Black Sabbath con Paranoia; ahora el movimiento nos sacudía con un ritmo alocado. ¡Qué Fiebre!!
La temperatura se hizo más alta, subiendo más allá de los 40 grados. Nos salimos de las fiestas, nos fuimos para las discotecas y nos subimos a los escenarios. Nada nos detenía. No parábamos de bailar. Música Disco. Disco Inferno… «Deberías estar bailando», nos decíamos cada fin de semana.
Hace 45 años esto sucedía en la escena de la rumba. ‘Fiebre de sábado por la noche’ era la locura. Las canciones del doble álbum se pueden dividir en tres categorías: Los instrumentales, las bandas invitadas y los Bee Gees. Los temas instrumentales "Manhattan Skyline", "Salsation", “Night On Disco Montain” compuestos por David Shire. Walter Murphy con "A Fifth Of Beetovhen". "Calypso Breakdown" de Ralph McDonald. Otras canciones ‘disco’ interpretadas por artistas como KC and The Sunshine Band, Tavares y The Trammps. La bellísima voz de Ivonne Elliman. Pero la mayor parte de la banda sonora está ocupada por los Bee Gees, con algunos re-encauchados como el agitado sincopado "Jive Talkin'" que ya se había lanzado anteriormente; mientras que otros temas se crearon específicamente para la película. Un álbum de colección.

Ahora bien, si la banda sonora de "Fiebre del sábado por la noche" está protagonizada por los Bee Gees, la película está protagonizada por la actuación estelar de John Travolta, que a partir de ahí se toma las pantallas como un actor consagrado. Tanto la película, como su banda sonora, son hoy por hoy, una expresión de ‘culto’ en el arte contemporáneo. Séptimo arte y un género de música, en un solo empaque.
If I Can't Have You. Ivonne Elliman
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