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Los Obeliscos

En Carpeta

Por Hernán Alejandro Olano García


Un obelisco u óbelo es un monumento pétreo con forma de pilar, de sección cuadrada, con cuatro caras trapezoidales iguales, ligeramente convergentes, rematado superiormente en una pequeña pirámide denominada piramidión. Generalmente se erigían sobre una base de piedra prismática.


En Boyacá, tal vez el más conocido, es el obelisco del Puente de Boyacá e inicialmente, el general Santander propuso su erección como homenaje a los héroes y, a sí mismo. Sin embargo, solo hasta 1878 el presidente del Estado Soberano de Boyacá, doctor José Eusebio Otálora, por medio del decreto 313 de ese año, ordenó levantar ese monumento conmemorativo, colocándose el 7 de agosto de ese año la primera piedra en el Campo de Boyacá, obra que se culminó solo hasta 1896 durante la administración del gobernador del Departamento, general Salvador Franco, siguiendo el modelo propuesto por el doctor Angueira, abuelo del maestro Germán Arciniegas.


Se conoce, que en este obelisco, ubicado ahora donde fue trasladado en 1969, hay cuatro leyendas: (i) Bolívar: Con los siglos crecerá vuestra gloria, como crecen las sombras cuando el sol declina, frase de Choquehuanca; (ii) “El más grande de los hombres es el que sabe conquistar la libertad de los demás, frase de don Vicente Azuero; (iii) La libertad del Nuevo Mundo es la esperanza del universo, frase del Libertador y, (iv) A los héroes del 7 de agosto de 1819, se lee en el costado oriental, como simbolismo por la puesta del sol.


Familiarmente, en el municipio de Monguí, Boyacá, entrando a mano izquierda, en el cementerio local, está un obelisco en homenaje al general don ANTONIO MARÍA FRANCISCO DE PAULA OLANO IZQUIERDO DE LA BASTIDA Y MORENO, (Nobsa, 2 de abril de 1851 – Sogamoso, 20 de diciembre de 1919), mi tatarabuelo.


Ese panteón-obelisco familiar, ha sido una interesante fuente genealógica, pues en la parte frontal, se encuentra el nombre del fallecido y las fechas de nacimiento y de deceso y, en la parte posterior, bellamente labrado en la piedra, un árbol genealógico con el nombre de todos los dieciséis (16) hijos que procreó con su esposa María del Carmen Gutiérrez.


El general Olano, cursó estudios secundarios en Santa Rosa de Viterbo, bajo la dirección de los doctores David Torres y Joaquín Peña Solano, oriundos de esa ciudad capital del departamento de Tundama. Ocupó los cargos de Administrador de Correos Nacionales, Administrador de Hacienda Nacional y Agente de Hacienda de Sogamoso, Prefecto de la Principal del Circuito de Sogamoso. Tomó parte activa en las guerras de 1876, 1877, 1885 y 1895 y en la Guerra de los Mil Días. Hizo su carrera militar desde soldado raso, cuando contaba con catorce años, hasta alcanzar las trencillas de General, grado obtenido después del combate de Lagunaseca, el 28 de febrero de 1900.


Los obeliscos, también son claramente símbolos sexuales, ya que el falo, órgano reproductor masculino, también fue reconocido (como el Sol) como un símbolo de la vida y, por lo tanto, un símbolo del Dios Sol mismo.

En Colombia existen otros tantos obeliscos, en Bogotá, el obelisco homenaje a los mártires en el parque que lleva ese nombre; en Valledupar, el obelisco con referencia egipcia; en Lorica en el Malecón del Sinú, construido por el escultor loriquero, Adriano Ríos Sossa, quien tuvo el reto de elaborar una obra plástica conformada por más de 200 palabras que se hablan a diario y que son de origen árabe (Azul, música, farmacia, arroz...) homenajeando a la lengua castellana, convirtiéndose en un monumento educativo para el visitante; en Pamplona, ubicado en la Plazuela Almeyda, en conmemoración de los hermanos Ambrosio y Vicente Almeyda, quienes en 1817 crearon la famosa Guerrilla de los Almeyda, la que combatió a los ejércitos del Pacificador Pablo Morillo en la Época de la Reconquista Española; en Cartagena, diseñado por el artista cartagenero Luis Felipe Jaspe y fabricado en mármol por el escultor italiano G. B. Calegari, ubicado en la parte central del Parque Centenario y se erigió en 1911, en conmemoración a los 100 años de la independencia del país; en Pereira, al interior de la Villa Olímpica; en el aeropuerto de Bucaramanga como homenaje a los héroes de la batalla de Palonegro; en límites de Frontino y Santa Fe de Antioquia, en conmemoración del los 450 años, en 1992, de la traslación de la Ciudad de Antioquia por el capitán Isidro de Tapias del Valle de Ebéjico (Peque) al Valle de Nore; y, el obelisco del centro geográfico de Colombia en el Alto de Menegua, en el municipio de Puerto López, Meta.


En Medellín hay un centro comercial obelisco y, en Cali, un hotel, famoso por las empanadas que venden en su restaurante.

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Hernán T. Comunica
Hernán T. Comunica
17. Sept. 2022

Una muy buena referencia a este tipo de monumento que refleja la gloria y la victoria de los conflictos bélicos, pero también de la entereza y grandeza de los pueblos. Esto sumado a los referentes que hace el columnista, nos da una imagen de lo que puede significar el objeto en sí, en la memoria colectiva.

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