Ya una no sabe qué será mejor para nuestra querida Localidad de Fontibón, si alcalde o alcadesa… Ayúdenme a pensarlo…
Es que después de Andreita Castro, ah bien difícil ha sido dar con una alcaldesa o con un alcalde bueno o mínimamente aceptable, que escuche, que dialogue, que interactúe con toda la comunidad, ya que somos nosotras las verdaderas actrices del diario acontecer local, las mismas que disfrutamos y sufrimos con todo lo que ocurre en nuestro querido territorio.
No creo que sea mucho pedir que la alcaldesa o alcalde nuevo nos escuche, pero eso sí, no respondiendo ahí todo bravo y con grosería como resultaba haciéndolo Dieguito, quien como vecino pudo ser muy lindo pero que, finalmente, solo terminaba molestándose si una le hacía cualquier reclamo (y lo digo porque eso mismo me contaron varias amigas).
Bueno, para resumirte, mija, su alcaldía terminó siendo como una burbuja, desde donde a través de sus redes sociales nos mostraba solo esa Fontibón de papel, muy diferente a la que nos estrellamos en el día a día y en la que no hay ya andenes por dónde caminar en muchas partes, o en la que nos atracan si solo espabilamos, o que nos vemos sometidas a casi dos horas diarias de viaje en transporte público en horas pico (desde la Avenida 68 hasta nuestras residencias), o en la que resultamos azotadas por todos esos vendedores informales que viendo que nadie los controla ni vigila, usan esos galones de gas grandototes, dejan regueros de basuras por todas partes y arman unos escándalos a diario con sus altoparlantes.
Pero volviendo al tema, ese cuentico de dejarnos alcaldes encargados definitivamente no ha funcionado acá y, antes, ha sido un daño muy grande el que nos han hecho, tanto con Diego como peor aún con Anderson y su descarada campaña política.
Antes de Andreita, recuerdo a Betty Afanador, a Johanna Bocanegra (uff, terrible; malos recuerdos), a Dunia de la Vega, a Mónica Naranjo… Bueno, me tocó retroceder más de 20 años para recordar otra alcaldía maso...
Es que yo tengo buena memoria, mija, ¡y a mi sí no me meten gato por liebre!
Creo que nos merecemos una buena persona en la alcaldía; y hasta podría ser otra vez un hombre, pero debo decirte que de los que han pasado, creo que ninguno saca por ellos la cara. De pronto Carlitos Lozada, por lo cercano a la gente y humano, quien iba bien, pero terminaron no dejándolo gobernar… Eso dicen…
Para terminar, ¿sabes qué he analizado también? Que a ratos los funcionarios y asesores con quienes se apoyan los alcaldes, los hacen quedar muy mal. Pero digamos que un buen alcalde debe comenzar por saberse acompañar y asesorar.
Por lo pronto, creo que hasta una novena voy a gastarle al tema ahora antes de Semana Santa, a ver si por fin…
Shavita, difícilmente podamos tener un buen alcalde local cuando los ternados no tienen nada de arraigo con la localidad. Por lo visto, solo responden a intereses de carrera de política sin precisamente ejercerla.