Hernán Alejandro Olano García (*)
Utilizando el remoquete que identificó a la Primera Ministra inglesa Margaret Thatcher, fallecida en 2013 a sus 87 años, de quien Francisco destacó sus “valores cristianos” y pidió una bendición “para todos aquellos cuyas vida tocó”, llega al Vaticano una primera “Dama de Hierro”.
El papa Francisco no deja de sorprender, pues ha designado a la religiosa franciscana Sor Raffaela Petrini, F.S.E. como Secretaria General del Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano, algo así como “alcaldesa” del Estado más pequeño del mundo y, al abogado Giusseppe Puglisi Alibrandi como “vicealcalde”, o Sub Secretario.
El Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano, está integrado por el Señor Cardenal Presidente de la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano y Presidente, titular de la actuación del poder ejecutivo, al que ayudan la Secretario General y el Subsecretario General –que, entre otras cosas, se ocupa de las actas y la correspondencia, y la recopilación de las leyes–, a los que el Presidente puede delegar el ejercicio de determinadas funciones. El Presidente publica las normas de organización general del Estado, define los objetivos de la administración y obra en consecuencia, después de oír a quien corresponda, labor que podrá delegar, desde ahora, en la hermana Petrini.
El nombramiento de la monja es un paso adelante en la inclusión de las mujeres en la Iglesia católica, pues es la primera vez que una mujer ocupa ese puesto que hasta ahora había recaído en obispos de la Curia de Roma y, tendrá a cargo en “El Governatorato” la regulación de la gestión administrativa de la ciudad, la coordinación de los museos vaticanos, junto con su directora y, será la jefe civil de policía.
Petrini pertenece a la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Eucaristía.
Comenzó su trabajo en Roma como oficial en la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Nació en Roma el 15 de enero de 1969; licenciada en Ciencias Políticas en la Universidad Internacional de los Estudios Guido Carli y doctora por la Universidad Pontificia San Tomás de Aquino, donde es profesora de Economía del Bienestar y de Sociología de los Procesos Económicos.
La Ley sobre el Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano, fue promulgada por Francisco mediante publicación en el diario L'Osservatore Romano del día 7 de diciembre de 2018 y entró en vigor, derogando la precedente normativa, en fecha 7 de junio de 2019; de acuerdo con los principios de racionalización, economía, simplificación y siguiendo los criterios. de funcionalidad, transparencia, consistencia regulatoria y flexibilidad organizacional. En esa norma se fijan las funciones de quien ocupe la Secretaría General, que cumple durante los períodos de Sede Vacante (ante la muerte o renuncia del Papa) un papel protagónico y, eventualmente, después del Cardenal Camarlengo, sería la número dos de TODA la Iglesia.
1. El Secretario General es nombrado por el Sumo Pontífice por un período de cinco años. Reemplaza al Cardenal Presidente en caso de ausencia o impedimento.
2. El Secretario General implementa las directivas y disposiciones del Presidente, supervisa la administración, coordina los Órganos de Gobernación y vela por que las actividades relacionadas cumplan con las normas y sean adecuadas para la consecución de los objetivos asignados; supervisa la gestión del personal, prepara o adopta las medidas correspondientes; se ocupa de la custodia y coloca el sello oficial del Estado a que se refiere el art. 20, 3 de la Ley Fundamental.
3. El Secretario General se acoge a la Secretaría General para el ejercicio de sus funciones.
4. Durante la Sede Vacante, el Secretario General se ocupa del gobierno ordinario de la oficina y, en cumplimiento de las disposiciones vigentes para la Sede Vacante, se ocupa de sus asuntos de actualidad.
Además, en la nota explicativa del Motu proprio de Francisco, se incluye que la Secretaría General se encarga de:
- el Protocolo General y el Archivo Central;
- la Unidad de Control e Inspección;
- la Coordinación de Eventos.
El número de mujeres empleadas en el Vaticano aumenta constantemente. En 2019 había 1.016, el 22% del personal total. La cifra proviene de una encuesta de Vatican News realizada en las oficinas del personal de la Santa Sede con motivo del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo. El número de mujeres en altos cargos en el Vaticano y la Curia nunca ha sido tan alto como hoy, ganando protagonismo en la administración de la Iglesia, pues desde 2016 en la Dirección de los Museos Vaticanos está Bárbara Jatta; igualmente, la monja Charlotte Kreuter-Kirchhof como segunda del Consejo de Economía; al igual que seis mujeres laicas en el organismo económico del Vaticano, entre ellas, las españolas María Concepción Osácar Garaicochea y Eva Castillo; la monja italiana Alessandra Smerilli secretaria interina del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y delegada de la Comisión vaticana Covid-19; la monja francesa javeriana Nathalie Becquart, subsecretaria del Sínodo de los Obispos y primera mujer en poder votar en esa reunión. Igualmente, existe el Consejo de Mujeres, como órgano permanente dentro del Pontificio Consejo para la Cultura.
Se suman las anteriores a un buen número de académicas de diversas partes del mundo, que hacen parte de las academias pontificias, destacándose en la Pontificia Academia por la Vida: la japonesa Etsuko Akiba, las españolas Mónica López Barahona, Blanca López-Ibor Alino, Elena Postigo Solana y Margarita Borafull, las italianas María Chiara Carrozza, Matilde Leonardi, Laura Palazzani, Licia Sbattella y Chiara Giaccardi, la polaca Alicja Grzeskowiak, la sueca Katarina Le Blanc, las francesas Marie-Jo Thiel y Anne-Marie Pelletier, la croata Ana Vorovechi, las norteamericanas Maureen Condic, Colleen M. Gallagher, Therese M. Lysauguth, Victoria Thorn y la madre Agnes Mary Donovan, las argentinas Martha Fracapani y Graciela Moya, la religiosa ucraniana Giustina Holubets, la brasilera María Clara Luchetti Bingemer, la keniata Verónica Rob, las chilenas Paulina Taboada y Pilar Vigil, las mexicanas Martha Tarasco y María Helena Torres Padilla, la australiana Bernardette Tobin. Se destacan en la categoría de jóvenes académicas, la egipcia Sandra Azab, la canadiense Gabriella Foe, las norteamericanas Mary Katherine A. Brueck, Sara Dolcetti y Evelyn Tang, la francesa Marie Garmier, las eslovacas Veronika Jablonicka y María Kolesarova, la italiana Valeria Sala y la coreana Hye-Jin Kim.
En la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales, la española Ana Marta González, la religiosa inglesa Helen Alford, OP y Margaret S. Archer; la alemana Jutta Allmendinger, las italianas Ombretta Fumagalli Carulli y Martha Cantabria, la india Niraja Gopal Jayal, la filipina Mina Magpantay Ramírez, la norteamericana Mary Ann Glendon, la alemana Angelika Nußberger y, la polaca Hanna Suchocka.
En la Pontificia Academia Santo Tomás de Aquino, la única mujer ha sido la argentina María Celestina DONADIO MAGGI DE GANDOLFI.
El anterior elenco, sin citar a las integrantes de la Pontificia Academia de las Ciencias, la Pontificia Academia de Teología, la Pontificia Academia Mariana Internacional, la Insigne Academia Pontificia de las Bellas Artes y Letras de los Virtuosos en el Panteón, la Pontificia Academia Romana de Arqueología, la Pontificia Academia «Cultorum Martyrum», la Academia Eclesiástica Pontificia y la Pontificia Academia de Latinidad.
Finalmente, recordemos que dese enero de 2021, el papa Francisco autorizó oficialmente que las mujeres sean lectoras y acólitas en el altar, así como ministras de la comunión durante las misas, aunque, por ahora, se ha descartado el sacerdocio femenino.
*Hernán Alejandro Olano García
Correo electrónico: hernanolano@gmail.com
Twitter e Instagram: @HernanOlano
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